Comentario de la Semana
El excelentísimo presidente de Colombia, Dr. Álvaro Uribe Vélez, según algunos nació sin corazón en el pecho, pero el que menos culpa tiene de esa aberración anatómica es él, la culpa la tiene la Seguridad Democrática, es víctima de su propio invento y no puede dejar así por así la presidencia en manos de un cualquier badulaque que entregue el país a las Farc y de pantalla a sus detractores políticos, debe capotear el temporal de candidatos presidenciales y desafiar impasible la constitución del 91, mientras terminan de crecer sus delfines pillos, únicos depositarios de sus genes y confianza inversionista familiar, avezados comerciantes y excelentes padrinos notariales aunque sean menores en edad que sus ahijados. En el listado de sus virtudes no se encuentra la misericordia y el perdón a sus enemigos, pero funge de devoto católico, comulga y besa el anillo al Papa, sin que su conciencia le recuerde sus desaguisados, cometidos en aras de su deseo de dominación.
El sadismo de su espíritu tiene al profesor Gustavo Moncayo al borde de crucificarse en la plaza de Bolívar, aun cuando no sea semana santa, este humilde profesor ha hecho lo inimaginable en el transcurso de once años, por conseguir la liberación de de su hijo Pablo Emilio, secuestrado por parte de las Farc ,el cual sigue en su cautiverio atroz, después que los guerrilleros anunciaron su liberación unilateral porque al señor presidente Uribe no se le da la reverenda gana, que vaya a buscarlo la senadora Piedad Cordoba, su enemiga favorita.
El profesor Moncayo ha tocado puertas, ventanas y techos, para de los insurgentes y el mandatario colombiano llegasen a firmar un Acuerdo Humanitario, que le permitiera regresar a la merecida libertad a su hijo y a todos sus compañeros de infortunio, pero no ha sido posible, ha caminado el mundo y cual juglar de su desgracia vista países y mandatarios exponiendo su drama familiar, todos lo alientan pero ninguno llama a Uribe para proponerle que firme el acuerdo con los Farianos ,ni el Papa ,ni presidentes europeos, ni la primera dama le dan una manito ante el ultimo inamovible del presidente, “que los liberen a todos el mismo dia”,cosa por demás de imposible logísticamente, el señor Uribe por su falta de compasión ante el drama ajeno, nos da a entender lo dificilísimo que fue el trabajo de parto de su señora madre cuando lo trajo al mundo y sencillamente demuestra lo que es, un mal hijo.
Profesor Moncayo comparto tu dolor, hoy lloro por ti mañana de pronto por mí.
http://uribestiario.wordpress.com/
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